Del software libre y las migraciones necesarias

Cuando el uso del software libre se plantea como necesidad en una organización, por distintas razones, prácticas, éticas, operativas e incluso morales, se comienza a reflexionar sobre la inminencia de acometer los llamados “procesos de migración a software libre”.

Migración” es el nombre que recibe el proceso durante el cual se hace la sustitución de unas aplicaciones informáticas con licencia privativa (propietaria) por otras licenciadas bajo el paradigma del software libre. Organizacionalmente, estos procesos suponen cambios importantes en hábitos, pero debieran suponer también cambios importantes en formas de pensar y entender los problemas tecnológicos. La experiencia nos muestra que el proceso de migración es antecedido o sucedido por una serie de charlas y talleres dirigidos a personal técnico de mantenimiento y también a los usuarios finales, sobre la llamada “filosofía del software libre” y también con tips específicos sobre el manejo de algunas -o todas- las herramientas instaladas pero no mucho más que esto, y también nos muestra que un proceso de migración es considerado exitoso cuando se concluye todo el proceso de instalación y comienza el uso de la nueva plataforma por parte de la organización.

Una vez escuché en una reunión analítica sobre problemas de software libre en mi ciudad, que habían migraciones paulatinas y las llamadas “migraciones de fin de semana” (@mapologo dixit). El espectro de posibilidades en modalidades y métodos de los procesos de migración es diverso, con importantes matices entre cada uno de ellos, incluso dentro de una misma institución. De modo que, en ese espectro de procesos de migración a software libre, encontramos desde migraciones realizadas con conocimiento profundo de los procesos organizacionales (internos y externos) y con un trabajo integral -e integrador- entre unidades operativas y unidades de apoyo; hasta procesos de migración realizados de espaldas a los patrones de uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en la organización y, por tanto, generando importantes procesos de resistencias internas hacia ellos.

El caso de Venezuela ha sido, si se me permite, paradigmático en este sentido. Con buenos ejemplos dignos de benchmarking, y ejemplos sustanciosos de problemas y fallas importantes que nos permitirían señalarlos como fallos a no repetir. Sin embargo un común denominador en ellos tiene que ver con el hecho de que el factor “sostenibilidad” de la migración que ha sido subvalorado. Porque el en fondo, la migración no es un tema exclusivamente técnico, o algo exclusivamente legal.

¿Qué es la sostenibilidad? este criterio tiene que ver con la posibilidad de que una iniciativa logre mantenerse activa y funcionando más allá de los primeros pasos que suponen acompañamiento de las instituciones involucradas, en el caso de las instituciones públicas. Para que la sostenibilidad sea posible hay que garantizar, entre otras cosas, la generación local de contenidos y decisiones, el que estas cuenten con una vinculación local, esto es que localmente las personas involucradas se sientan llamadas a aportar soluciones y propuestas a las decisiones que les involucra,pero también que los temas abordados en dichas decisiones sean temas conocidos por ellos y entendidos como tales.

La sostenibilidad, de algún modo, es una función del arraigo local. En ocasiones nos enfrentamos a la conducción de procesos de toma de decisiones sobre las cuales no sabemos a ciencia cierta si hay o no una percepción de necesidad por parte de la comunidad involucrada. En otras palabras: ¿entiende la comunidad que la situación X es un problema de necesaria atención? ¿se tiene plena conciencia de que como problema requiere ser atendido y que la suerte de la solución adoptada estriba en el nivel de compromiso local con la solución escogida?

Creo que en los procesos de migración es absolutamente fundamental, atender también los valores que variables como arraigo, sostenibilidad y apropiación de las TICs y sus usos, tienen en estadio previos a la migración y estimar los valores que tendrán posterior a ésta (combinándolos con los valores de otras variables sociales y de otras variables técnicas también). Explorar en los usos, las percepciones, y la actitud hacia un futuro proceso de migración es fundamental para poder planificarlo e implementarlo del mejor modo posible.

Por lo general, el proceso de migración es antecedido o sucedido por una serie de charlas y talleres dirigidas a personal técnico de mantenimiento y usuarios finales, sobre la llamada “filosofía del software libre” y sobre el manejo de algunas -o todas- las herramientas instaladas.

El acompañamiento durante los procesos de migración tiene como objetivo estar cerca de las posibles necesidades técnicas que puedan surgir a lo largo de su implementación. Sin embargo, es fundamental entender que ese proceso de acompañamiento no podrá reducirse a la mera “transferencia de conocimientos” sin que esto afecte, negativamente, el futuro del proyecto.

Con respecto a los procesos de migración, y desde mi punto de vista en términos generales:

  1. La migración es un proceso de necesaria realización en las organizaciones con necesidades específicas en uso de TICs.
  2. Aunque no todos los usos de software son susceptibles de ser migrados, lo cierto es que un estudio previo a cualquier acción en este sentido debe ser el punto de partida para lograr una correcta planificación de cualquier instrumento de migración.
  3. Una migración exclusivamente técnica es un factor de vulnerabilidad para todo el trabajo de migración y un atentado contra su sustentabilidad y sostenibilidad en el tiempo.
  4. Es contraproducente migrar las máquinas ubicadas en los distintos laboratorios y puntos de escritorios de las organizaciones y dejar eso allí sin hacer una exploración previa de los niveles y patrones de uso de las máquinas y sin aportar un seguimiento comprometido con personal externo e interno de la misma.
  5. La rapidez de como se acometan las labores de migración es una función directa de sus patrones de uso de herramientas TIC. En este sentido una migración rápida, violenta, lejos de permitir la ganancia de adeptos, espanta.
  6. Ningún proceso de migración puede atacarse -per sé- con estrategias similares a otros procesos, aunque cuenten con características similares. Los análisis y estudios previos al proceso de migración deben permitir la vinculación de todas las unidades de la organización.
  7. Es contraproducente obligar a un espacio a acatar unas normas poco coercitivas como el decreto de uso de software libre Nº 3.390 de Diciembre del 2004, para hacer un cambio técnico tan poco asimilado y, además, sin contar con las herramientas de contraloría social para ello.

Creo que en los procesos de migración es absolutamente fundamental, atender también los valores que variables como arraigo, sostenibilidad y apropiación de las TICs y sus usos, tienen en estadio previos a la migración y estimar los valores que tendrán posterior a ésta (combinándolos con los valores de otras variables sociales y de otras variables técnicas también). Explorar en los usos, las percepciones, y la actitud hacia un futuro proceso de migración es fundamental paranpoder planificarlo e implementarlo del mejor modo posible.

El socialismo no es, en absoluto, contrario a los procesos de planificación. Es más, se sirve de manera fundamental de éstos. Y la planificación debiera ser un proceso integral e integrador al mismo tiempo

1 comentario en “Del software libre y las migraciones necesarias”

  1. Me gusta definir al Software Libre más como una forma distinta de trabajar con software, es decir como proceso social, más que como un catálogo de productos que hipotéticamente serían equivantes a los ya conocidos bajo licencia privativa.
    Así pensada, la migración al Software Libre es un proceso social que introduce particulares estilos de interacción entre las personas, que significan una ruptura cultural con lo anterior.
    Luego, prefiero pensar que este proceso planificado bajo estos estilos y estas pautas culturales, donde no hay rupturas, sino un proceso continuo de reemplazo de productos privativos por otros libres.
    Debemos darle a todos los actores de estas migraciones la oportunidad de aprovechar las ventajas (y minimizar las desventajas) de lo nuevo sobre lo viejo, de participar y de involucrarse emocionalmente en el cambio.

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