A través de @dreig conocí en el día de hoy la idea de la Universidad de las Utopías que no pasaría de ser una iniciativa meramente romántica como muchas otras, si no fuera por que viene acompañada de todo un andamiaje pro activismo social del conocimiento que resulta poco menos que cautivante. A continuación anexo una traducción de su presentación:
La Utopia de Tomás Moro (1516) revela por vez primera la paradoja del mundo moderno: la posibilidad de la abundancia (libertad) en una sociedad de la escasez (no libertad), y los peligros que encierra esta situación paradójica para el desarrollo de la sociedad capitalista emergente.
Frente a esta situación, Moro plantea el espacio de la educación universal como el lugar donde esa paradoja encuentra resolución pues (según su planteamiento) los placeres más sublimes son los de la mente y la verdadera felicidad depende de su realización. Como isla universal, Utopía es también una escuela universal para todos sus ciudadanos donde cualquier aspecto de la vida social de los ciudadanos se centra en la educación. Los ciudadanos participan en lecturas públicas en las mañanas, en discusiones en vivo durante las comidas y al final del día reciben supervisión directa de sus tutores.
Robert Hutchins, en el libro University of Utopía, revisa la idea de Moro, reviviéndola en una alegoría liberal humanista de la educación superior. Para Hutchins “El objetivo del sistema educativo, tomado como un todo, no es producir mano de obra para la industria o para enseñar a los jóvenes cómo hacer un living. Es producir ciudadanos responsables”. La visión de Hutchins ha sido repetida y apoyada en un número cada vez mayor de literatura crítica a la comercialización a la educación superior.
A pesar de ello, esta literatura crítica se ha esforzado en proporcionar alternativas convincentes frente al “capitalismo académico”. La ausencia de una alternativa radical se presenta no por falta de imaginación, sino en virtud de la naturaleza misma del humanismo-liberal. Para Zizek el humanismo liberal “se opone a cualquier cuestionamiento serio sobre la forma en que este orden liberal-democrático es cómplice de los fenómenos que oficialmente condena, y, por supuesto, a cualquier intento serio de imaginar un orden socio-político diferente “. Para Zizek, esto supone “la prohibición de pensar … pues en el momento que uno cuestiona seriamente el consenso liberal existente, se nos acusa de abandonar la objetividad científica por posiciones ideológicas anticuadas.”
En la página en cuestión se propone recuperar las más recientes críticas a Moro, e ir más allá del fundamentalismo liberal de Hutchins’s, para imaginar un futuro real, radical, para la educación superior. Es por ello que han lanzado la propuesta activista: “Anti-curricula: a course of action” con el lema “We do not need education without needing a world that is being destroyed” (no necesitamos educación sin necesitar a un mundo que se está destruyendo) y en los panfletos que distribuyen para socializar la propuesta se establecen 10 principios:
- Énfasis en la educación partiendo desde el confinamiento de las relaciones sociales por la lucha de la vida diaria, en contra las relaciones jerárquicas en las instituciones, académicos y estudiantes.
- Compartimos nuestro trabajo en la educación, de modo que un día uno pueda ser libre a través de la educación. Como acto, puede ser una forma desesperada de esperanza, pero como acto consciente de la lucha anti-alienación, compartir (sharismo) puede ser emancipatorio.
- Hemos sido objetivados como “estudiantes” y “profesores”, pero estos son conceptos ilusorios. Compartir sirve para resistir la “comodificación” de nuestras vidas y escapar a las medidas del Capital, su control de “calidad” y su máquina de apoyo a la vida de la “eficiencia”
- Compartir trae el curriclum a la vida como un flujo de indeas, una imparable e irrefrenable masa de intelectualidad que no reconoce disciplinas y responde a cada acto de disciplina.
- La institucionalización del compartir es la absorción del compartir en el proceso alienante de la institución. Como lucha por la libertad esto es vano, pues la crisis permanece.
- El lugar de la lucha no es el intercambio sino la producción. En la esfera de la producción, compartir es un acto revolucionario que se convierte en un reconocimiento de lo que es común. No hay nada revolucionario en actos de intercambio.
- Compartir nuestro trabajo en esta forma es un acto de producción comunitaria (colectiva, de los comunes). no hay intercambio, no hay regalo, simplemente un flujo de contribuciones de los comunes. Cada empresa, cada calle, cada pueblo, cada escuela, es potencialmente una comuna, un lugar de producción comunal que busca disolver las preguntas sobre las necesidades.
- Los límites existentes son irrelevantes cuando recordamos a la humanidad en el intercambio, la dicha de dar y recibir la salud inmaterial del conocimiento que realmente existe, y el plaser de crear relacione sociales que resistan el principio de organización de la propiedad privada y el trabajo asalariado.
- El deseo del comunismo es un deseo productivo que no encuentra ninguna carencia. Expresamos este deseo intercambiando, entendiendo como una fuerza social, o un currícula de acción contra un mundo que está siendo destruido.
- Compartir es criticar el estado presente de las cosas. Las condiciones de esta crítica resultan de premisas que existen ahora. Compartir es la negación de nuestra negación.
Algunas de estos principios ya los hemos planteado en otros post de este blog. ¿Tienes algun principio que incluir?
Es una vif1eta de mal gusto. Pecan de ignorantes aelulqos que culpan al PSOE de la situacif3n actual cuando ambos partidos (PPSOE) defienden exactamente el mismo sistema, la deudocracia, el ser lacayos de los bancos a cualquier precio. bfAlguno piensa que con el PP la situacif3n hubiera sido diferente? Tendre1 cuatro af1os ahora para comprobarlo.Democracia Real Ya.