Varios estamos de luto aún por el cierre de Library.nu. Varios miles de personas éramos sus usuarios asiduos no para conseguir los últimos libros llegados a las estanterías de las tiendas, sino para localizar libros inaccesibles desde varias latitudes del planeta por deficiencias en los canales de distribución o porque, sencillamente, estaban agotados y no serían reeditados.
Varios, como yo, han levantado para la rancia academia estudios, investigaciones y publicaciones apoyados en textos actualizados (con respecto a su marco local de referencia inmediato) gracias a Library.nu. Seguramente varios otros han sido impulsores de la búsqueda y adquisición por parte de terceros de ciertos libros de consulta y lectura distribuidos en canales “regulares” y, sin embargo, la industria de las editoriales de libros, ha logrado encontrar una rendija legal lo suficientemente grande como para colar una demanda contra el grupo que mantenía Library.nu y cercenar nuestro derecho a leer, comprender y conectarnos con otras realidades en los distintos procesos que se complementan durante el aprendizaje.
La industria de la impresión de libros da al traste con nuestro derecho humano inalienable al aprendizaje, la lectura y el conocimiento, sin que ningún ente multilateral parezca querer hacer nada para evitarlo.
El paradigma de la educación debe cambiar, es cierto, pero ¿no debería, acaso, también cambiar nuestra comprensión de la sociedad y los mecanismos a través de los cuales, las distintas industrias que la gobiernan nos dosifican el conocimiento y nos limitan en los procesos -naturales- de aprehensión de éste?. Esto último, definitivamente aplica para todas las industrias que gobiernan la sociedad, desde las del Estado hasta las de los particulares que inciden en las primeras.
Pensando en cómo será este mundo en los próximos meses, éste que hemos venido conociendo y hackeando varios desde hace algunos años, sigo habitando en el duelo, pero no el duelo por no tener disponible más la facilidad del servicio de Libreary.nu, sino el duelo porque queda cada vez más evidente que debemos redefinir nuestras estrategias de lucha contra las diversas fuerzas que nos constriñen de la emancipación del conocimiento, y cada vez se atisban más ataques y desmantelamientos sociales a éstas.
La lucha está en el hacking diario a rancias configuraciones de lo que la educación, el aprendizaje y la vida deben ser … el éxito y la luz de esta ducha estará, sin duda, en la emergencia de una nueva conciencia de comun-unidad que nos signifique como colectivo.
Para conocer más del alcance del cierre de Library.nu, les invito a leer: The disappearing virtual library – Opinion – Al Jazeera English.