En algún lugar he dicho que la idea de “conocimiento libre” es una herencia de la idea de “software libre”. Desde mi punto de vista, es una herencia cuando menos incómoda dados los niveles de simplificación del ser humano.
En primer lugar, las “libertades” propuestas por el software libre no son equivalentes al conocimiento, de modo que al hablar de “conocimiento libre” debe partirse de otras preguntas distintas a aquellas que llevaron a los desarrolladores de software a responder en las cuatro libertades del software. De modo que buscar la libertad de estudio, uso, distribución y modificación para el conocimiento es, cuando menos, un despropósito.
El tema del conocimiento, como también hemos dicho en otros lugares, es un tema de emancipación. Si el conocimiento debe ser libre, habrá que cuestionarse sobre sus cadenas, es decir sobre aquello que hace que ahora no lo sea.
Sin duda allí surgen elementos como las creencias, la religión, los clichés, los medios de comunicación … como causas y consecuencias de un conocimiento secuestrado en algún lugar de la sociedad (dado que no es libre). De modo que el planteamiento sobre la libertad o emancipación del conocimiento debiera, en primer término, cuestionarse sobre esos elementos y su papel en su secuestro.
Por otro lado, hoy día tampoco es justo para con el Software Libre, reducirlo al enunciado de las cuatro libertades antes mencionadas. Esto es asi, fundamentalmente, porque el software libre es mucho más que técnica y tecnología. Es más, diría que ni la técnica ni la tecnología, son en este momento un problema para el software libre. Esto es así al menos en términos de destrezas, pues en términos filosóficos y sociales, sin lugar a duda técnica y tecnología requieres ser problematizados, cuestionados, para conocer su papel en la articulación y producción de software libre. Hablar de conocimiento libre, por tanto, también debe superar la mera referencia a destrezas y habilidades técnicas o tecnológicas. No se trata solamente de libre acceso a información pública a través de la web (devolverle a la información su caracter de público y necesario para el despliegue social), ni de establecer canales de chats o foros de discusión.
Cada día me convenzo más de que mientras no se ataque cualquiera de las raíces vinculadas al secuestro del conocimiento: el modelo social, las estructuras mentales sobre los procesos de aprendizaje, el lenguaje, la socialización de prácticas de construcción y preservación del bien público, la a-socialización del ciudadano en individuo … no podrá resolverse la pregunta sobre qué hacer para avanzar hacia la emancipación del conocimiento.