Ayer experimenté la desagradable sorpresa de ver cómo desde un programa de TV en Venezuela (La Hojilla) cuya audiencia es fundamentalmente de gente de izquierdas, se transmitía un mensaje -cuando menos- ambiguo sobre el software libre y la necesidad de difundirlo y defender su utilización. Los videos del programa pueden verse desde aquí, el segmento en cuestión es el Número 5.
A lo largo de la intervención de los moderadores se escucharon cosas como:
1) No usa Blackberry es ser “retrotecnológico”
2) En Venezuela se producirá tecnología porque se ensamblará el “blackberry venezolano”
3) La opción de utilizar Windows en una máquina de escritorio es similar a la del Ché en una hipotética situación de escoger armas para la lucha. “No dejaría de usar las armas X o Y por ser del imperio”
Por no dejar los cabos sueltos, me gustaría entrar a responder a estas afirmaciones de modo breve.
1) “No utilizar Blackberry es ser retrotecnológico”. El sentido dado en esta expresión, como puede verse en el video y como se desprende de escuchar a la gente del estudio, implica que no usar Blackberry es equivalente a negar el “avance” de la tecnología. Podríamos poner como símil la negación a utilizar una nevera para conservar en frío la comida y prolongar su utilización durante un período más largo de tiempo. Sin embargo el símil, este o cualquier otro, no sirve para nada para ilustrar ese argumento, porque es, sencillamente, insostenible. Ni Blackberry es el sumum de la tecnología en telefonía celular, ni quienes nos negamos a utilizarlo lo hacemos porque sea “obra del imperio” como argumento fundamental. Al respecto hay varias más razones aquí y no sólo razones de unos cuantos, sino, sobre todo, temas de seguridad y vulnerabilidades de datos ya conocidas y denunciadas en otros países. Negarse a usar Blackberry puede tener varios fundamentos. Quizás el económico es uno de los más socorridos: en nuestro país esos celulares cuestan unas dos o tres veces su precio equivalente en otros países y suponen una inversión de -al menos- un par de salarios mínimos. Sin embargo, hay otros argumentos más de fondo que tienen que ver más con la vulnerabilidad de los datos allí almacenados y con la excelente alternativa en opciones que existen en el mercado de marcas reconocidas. Negarse a usar un Blackberry por no seguir una moda es también una razón. Arguir que se utiliza Blackberry por estar a la “vanguardia de la tecnología” es, desde varios puntos de vista, un despropósito. Sin embargo lo que me resulta más peligroso de esta afirmación no es el hecho puntual de la referencia al celular en cuestión, sino a esa especie de imposibilidad de intervención humana en el curso de la tecnología y esa suerte -también- de sumisión del destino del ser humano a lo que la tecnología determine: no hay que ser “retrotecnológico” hay que usar lo que viene de nuevo de la tecnología… pero ¿quién produce e introduce en los mercados esa tecnología? ¿no es acaso una labor voluntaria y, por lo tanto, objetivada la introducción de determinadas tecnologías en nuestras vidas? no tenemos muy lejos el caso de la supuesta vacuna contra la gripe AH1N1. No cabe aquí la sumisión ante la tecnología, cabe -y mucho- su comprensión y su aprehensión (apropiación) por parte del pueblo… de todos. Hablar de una posición “retrotecnológica” y su reflejo en quienes no utilizan Blackberries por el hecho de tener esa decisión es, sencillamente, asumir la posición de quien ve a la tecnología como algo más para consumir y, además, sumerge su vida en la posición del consumismo como motivo y guía principal.
2) En Venezuela se producirá tecnología porque se ensamblará el “blackberry venezolano”. Nuestro propósito como nación en la búsqueda de su soberanía tecnológica no puede ser, de modo exclusivo, el ensamblaje de productos tecnológicos. De quedarnos en esa etapa de la cadena productiva no pasaríamos de ser un país en riesgo de verse poblado en pocos años de maquilas tecnológicas dedicadas a esa necesaria pero no suficiente labor de ensamblaje. Muy por el contrario, la verdadera soberanía tecnológica sólo será posible desde la comprensión de la multifactorialidad del hecho tecnológico y desde la comprensión de su referente cultural y, por tanto, de su no neutralidad. Bajo estas premisas, mal podemos pensar que la producción tecnológica a la que podemos aspirar -y la que debemos considerar como buena e, incluso, suficiente- es la del ensamblaje. No sólo debemos ensamblar, debemos producir, y no sólo debemos producir y ensamblar y quizás luego exportar, debemos, además, aprender a experimentar, mejorar y sobre todo, comprender ese nivel multifactorial que tiene la tecnología. Definitivamente esto sólo es posible cuando el conocimiento sobre la cosa tecnológica está al alcance de quienes se aproximan a su comprensión. Y esto último sólo es posible desde una comprensión de libertad hacia el software y el hardware en particular y, en general, hacia el hecho tecnológico.
3) La opción de utilizar Windows en una máquina de escritorio es similar a la del Ché en una hipotética situación de escoger armas para la lucha. “No dejaría de usar las armas X o Y por ser del imperio”. No sé de armería, sin embargo, entiendo que básicamente el “cómo” del funcionamiento de las armas queda expuesto a sus usuarios de modo abierto y sin restricciones, al punto que el desarme y limpieza de éstas es una tarea necesariamente realizable por sus usuarios. Sin embargo, no ocurre así en el caso del software privativo. De modo que usar windows frente a hacerlo con cualquier sistema operativo libre, no es una opción equivalente porque la aproximación al conocimiento del hecho tecnológico que posibilita el segundo no existe en el primer caso. Mientras que el funcionamiento de prácticamente cualquier arma puede ser conocido por su dueño sin pago adicional y sin afectar su desempeño, esto no ocurre en el caso del software privativo. De modo que, podrá verse aunque haya quien arguya lo contrario, el llamado al uso de software libre de modo privilegiado es el llamado a no cercenar espacios para el fomento del conocimiento a través del aprender haciendo, de la experiencia en suma. Ud. jamás podrá saber cómo funciona windows, ni tendrá una comunidad de usuarios, desarrolladores, sensibilizadores y divulgadores en torno al uso de windows que contribuyan a él de modo desinteresado. Y aquí, quizás, radica la segunda y mayor enseñanza que conlleva el uso del software libre y su comprensión crítica en tanto que tecnología: la generación de dinámicas de apropiación y difusión de conocimiento, innovación y mejora de tecnologías, pero también la generación de dinámicas sociales de un impacto aún mayor en el -necesario- cambio de paradigma frente a la tecnología que tanto nos urge acometer.
Los argumentos escuchados en ese segmento de programa, finalmente, desestiman de manera abierta y también de forma tácita todo el trabajo que desde el movimiento de software libre en Venezuela se viene haciendo desde hace más de 10 años para ayudar a andar en el camino de cambio de paradigma y de la comprensión del poder político -fundamentalmente- que tiene el software libre y su vinculación, intrínseca, con los procesos revolucionarios.
Además, esos argumentos transmitidos desde una televisora pública, en un programa de corte crítico, están en flagrante irrespeto al espíritu contenido en el decreto 3390 de dic. del 2004 y, además, al discurso activo del Presidente Hugo Chávez sobre el Software Libre y su necesidad de adopción como paradigma de uso frente a la tecnología.
Finalmente, esos argumentos dejan a todas luces clara por una parte la absoluta ingenuidad con la que, con mucha más frecuencia de la que admitimos, estos temas son abordados desde medios de comunicación de izquierda, y por la otra, la radical ignoracia del caracter no neutral de la tecnología.
De más está describir la reacción que se dio, fundamentalmente vía usuarios de twitter hacia este tipo de opiniones emitidas en un espacio de tanta audiencia, no sólo por la información transmitida, sino por la trinchera construida en protección de argumentos tan vanos y fútiles como los esgrimidos durante el programa.
La comunicadora Marialcira Matute (@marialcuramatut) intervino durante el breve debate en twitter para llamar a la realización -desde varias plataformas de medios- de un debate continuado en torno al tema. Hizo observaciones al conductor del programa sobre la necesidad imperiosa de hacer un debate continuado sobre el tema, pero además, ofreció en su espacio El picadillo del Domingo, transmitido por @laradiodelsur alas 9am para conversar sobre ello.
La mesa está servida y, de nuevo, para el movimiento de software libre y la comunidad de usuarios de software libre en Venezuela, habrá que recordar cuánto hay que comenzar con la caridad, por casa.
ACTUALIZACION: Una buena respuesta a lo ocurrido pueden verla desde este post de Luigino Bracci
Solamente puedo expresar un sentimiento de profunda tristeza e impotencia por tales comentarios.
Agradeciendo de igual forma la acertada tu acertada respuesta y esperando con buena fe de que estas personas puedan despertar de su infinita ignorancia.
Excelente. Yo solamente agregaría que a diferencia de las armas usadas por el Ché, los fusiles de entonces no eran controlados remotamente por el enemigo. Hoy en día cuando te conectas con Windows a Internet si a Microsoft le da la gana puede tener acceso a toda la información que tienes en computadora, e incluso la puede controlar. Esto no es ciencia ficción ni paranoia de persecución, es una realidad palpable y verificable.
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Muy bueno el artículo Mariángela. Estás en lo correcto: El mensaje no ha llegado.
Es triste ver tanta publicidad de Blackberry, Windows y Twitter en VTV, por lo menos deberían empezar a cobrarla y nos ganaríamos unos dólares extra…
Para abrirle mas los ojos mas al señor Mario Silva, en cuestión armamentista es exactamente igual, tenemos F16 que los EEUU simplemente se negaron a darle soporte y dentro de poco los veremos solo en museos ya que son insostenibles, de paso si los vendemos violamos contarto y nos cae peor, ¿que piensas de esto?
Si piensas que en Software no pasa lo mismo preguntate que pasa en Cuba, un total bloqueo tecnológico de parte de los EEUU, y se vieron forzados a utilizar Software Libre, ¿tenemos que esperar que eso pase aqui para que cambies de opinión?
Tienes derecho a ser ignorante, pero te lo estamos enseñando y no quieres escuchar, si sigues con esa actitud lamentablemente serás una decepción de revolucionario, una pomalaca, rojito por fuera y blanco por dentro.
Inclusive el Presidente, redactor del decreto 3390, comete un doble error en cuanto al uso del Twitter y la tecnología asociada -o equivocadamente asociada- a él.
El primero es la promoción del Twitter como medio de comunicación entre funcionarios del Estado, él en primer lugar, porque desde que se abrió su cuenta y comenzó con la misión Chavezcandanga, mucha gente debe haber abierto una cuenta para seguirlo, y de ahí para abajo todo funcionario y todo ente del Estado, canal de TV, programa de TV tiene cuenta en Twitter y es presentada con orgullo en el generador de caracteres, cual programa de CNN.
El Presidente basa una parte importante de su comunicación con la gente en ese medio, que a fin y al cabo es una empresa privada de EEUU que obtiene ganancias por el uso que aca se le da a su plataforma, y además puede filtrar el contenido de lo expuesto por su red, lo cual deja mal parada una misión bolivariana.
Por otra parte tengo casos concretos de denuncias que son enviadas por ese medio al Presidente y no son atendidas; ciertamente no se puede responder a todo ni atender todo pero esa cuenta se la manejan muchas personas al Presidente Chávez, las cuales pueden decidir qué es importante y qué no lo es, qué no debe saber el Presidente, o qué sería muy radical para que ser llevado a cabo… Hasta que algún día Chávez eche hacia atrás en la lista de mensajes y escoja un dia al azar a ver qué de todo lo que la gente le escribe ese día es tomado en cuenta por su equipo.
El segundo error es una confusión del Presidente que probablemente nadie -de ese mismo equipo- le ha -o le había- aclarado oportunamente, y consiste en vincular eso nuevo que pareciera ser que todos los venezolanos debemos tener, llamado Twitter, con los Blackberries.
Él no tiene por qué saber de antemano que un Blackberry es un teléfono con funciones de Internet, y que Twitter no es una aplicación entre las personas que tienen Blackberry (como el servicio del “pin” que no puede ser más inseguro) sino un servicio web que se presta a través de Internet, el cual él está pudiendo usar porque su teléfono tiene funciones de Internet.
Por si no queda claro me refiero a hecho concretos como que el Presidente Chávez haya usado indistintamente las palabras “Twitter” y “Blackberry” en oraciones que mi recuerdo parafrasea de la siguiente forma: “me llegó por aca por mi Twitter” (mostrando el Blackberry), o “se comunicó conmigo por el Blackberry” (haciendo referencia a su cuenta en Twitter), o algo peor que fue (parafraseado): “no le llega mi respuesta [de Twitter] porque no tiene [Blackberry]” (señalando al Blackberry), es decir, el Presidente pensaba que le podían enviar mensajes de alguna forma pero las respuesta que él envía no le llega a la persona si esta no tiene un Blackberry. Eso es consistente con creer que Blackberry es el vehículo para hacer uso del Twitter.
Todo esto hace creer -y no lo escuché rectificar- que para estar en contacto con él hay que tener una cuenta en Twitter y para eso hay que comprar un Blackberry, y no irse a un Infocentro.
Diciéndolo el Presidente, mucha gente que poco había tenido que ver con la tecnología debe haber invertido con mucho esfuerzo cerca de Bs.4000 en comprarse un teléfono para hablar con el Presidente, en lugar de por ejemplo, un laptop. Hay que ser muy osado para formar parte de ese equipo presidencial y recomendarle a quien redactó el decreto 3390 para el Software Libre que haga uso de un teléfono canadiense inseguro con software no libre y una plataforma privada que está en EEUU para comunicarse con la gente de su país.
Aparte de esas menciones a las marcas privadas “Blackberry” y “Twitter”, cuyas acciones en el casino NYSE -y otros- deben experimentar un aumento.
http://www.youtube.com/watch?v=VCrqVoYnMdI para que cada quien se forme su opinión al respecto y no se guíen por este Especialista en Tergiversación Libre, que profesa tanto socialismo que no aguantó un debate conmigo y me bloqueó en el twitter al igual que la que se dice socialista de marialcira matute de la librería mediática.
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Cada quién que use lo que quiera. Para cada tarea hay algo que es mejor que las otras opciones. Tengo windows 7 y a veces uso ubuntu en mi pendrive. En mi trabajo el servidor usa debian. Es triste que se ataque el movimiento de software libre en Venezuela que sólo busca una opción válida a la hora de usar una PC.