En el 2005 Richard Stallman con su peculiar estilo solicitaba que no se comprara ningún libro de Harry Potter por causa que la Suprema Corte de la Columbia Británica de Canadá en julio de 2005 emitía una orden donde prohibía “mostrar, leer, ofrecer a la venta, vender o exhibir públicamente los libros”, lo cuál a juicio de Stallman (y en esto coincido con RMS) es una flagrante violación a los derechos humanos, ¿Cómo pueden tener tanto poder las leyes de un país como para prohibir la lectura de un libro?. Llama la atención que todo esto en defensa de los derechos de un negocio, porque en Canadá, al igual que en los EEUU, seguro encontraremos novelas donde se describen torturas, libros sobre el uso de armas, fabricación de bombas, etc., pero esto no afecta el negocio de nadie, ¡tan solo la vida de algún ciudadano desprevenido!.
Resulta irónico que Stallman reclamando libertad ordene que no se compre un producto que millones y millones de personas desean con furor, es clara la intención de protestar mediante un boicot, pero este boicot resulta tan alejado de la realidad que raya en lo ridículo. La ironía se dobla cuando encontramos que esta solicitud sería recogida con beneplácito por una gran cantidad de líderes conservadores de distintas religiones que han solicitado, e incluso logrado, prohibir la distribución de los libros de Harry Potter aduciendo que inducen en los niños la curiosidad por el ocultismo. Que la lucha por la libertad lo ponga a uno del lado de unos censores por excelencia es algo que vale la pena reflexionar.
Las razones de RMS son válidas y profundas, las razones de negocio y de mercado, apoyados en un enorme poder económico afectan cada vez más los derechos humanos básicos. Desde hace tiempo la principal amenaza de contar con un “Gran Hermano” no es la de un régimen autoritario gris y opaco, sino el brillo y las bambalinas de las corporaciones transnacionales. Ahora parece normal que por razones de negocio se despidan miles de trabajadores o se vendan medicamentos para el SIDA a un precio 10 veces mayor que su valor real. Con la excusa de sacar el máximo provecho económico de la saga de Harry Potter se han hecho demandas contra varios autores que han escrito parodias o trabajos derivados que bajo la interpretación usual de la ley son considerados legales. En todo caso, le recomiendo a RMS que piense en la aplicación de medidas más efectivas y realistas.
En definitiva, en vísperas del lanzamiento el séptimo libro de Harry Potter el próximo 21 de julio, si RMS nos indica que no compremos el libro y por otra parte nos señala que es inmoral prohibir la lectura de cualquier libro, ¿Qué nos queda sino descargarlo por las redes de P2P?
Referencias
- Don’t Buy Harry Potter Books. http://www.stallman.org/harry-potter.html
- Why Bother about Harry Potter?. http://www.stallman.org/why-harry-harry.html
- Reading ban on leaked Harry Potter. http://www.timesonline.co.uk/tol/news/uk/article543318.ece
- Religious opposition to the Harry Potter series. http://en.wikipedia.org/wiki/Religious_opposition_to_the_Harry_Potter_series
- Legal disputes over the Harry Potter series. http://en.wikipedia.org/wiki/Legal_disputes_over_the_Harry_Potter_series